Las reglas del buen vivir en la sociedad moderna es un texto que propicia la reflexión sobre la pregunta de si la organización política de Occidente permite que la vida trascendente del individuo realice su destino: construirse a si mismo en la dicha; al parecer, la respuesta es NO.

La puesta en escena está fundamentada primordialmente en la palabra, esa actoralidad por varias décadas despreciada en México, argumentando de manera simplista que no era sino un acto verborreico. Sin embargo, Germán Castillo piensa que: “la palabra es la acción fundamental del ser humano: a través de ella, en ella y por ella construimos nuestra conciencia así como nuestras falsas ideologías. También por ella nos adecuamos a lo que somos y por ellas -por las palabras- es que nos podemos decir lo que realmente somos. ¿Qué es, sino, un tratamiento psicoanalítico? Palabras enunciadas desde el desgarrador compromiso de saber que éstas nos están diciendo; pero sobre todo, está el humor que logra, más o menos, posponer el suicidio al descubrir que no somos nada trascendente.”

Ana María González Diaz