Javier vuelve a su hogar despues de diez años de ausencia, con la esperanza de encontrar los recuerdos, las sensaciones de su pasado, el paraíso de su infancia. El descubre que su hermanastro, Rachid, que se ha ocupado de la casa de la familia, a acogido familiares de Tunez inmigrados clandestinos, ademas de eso se entera que la vieja casa va a desaparecer bajo las aguas de una represa en construcción.
Mientras que las aguas de la represa suben este compartirá la vida de los alojados clandestinos en su casa, un viejo hombre llamado Abdallah y su sobrina Aïcha, que una vez fue la prometida de Rachid, el que no cumplio la promesa casandose con Maria, antigua novia de Javier.
Pasado unos dias el descubrira que no tiene ninguna salida posible, que no queda nada del « paisaje » de su infancia, que no puede ni siquiera compartir los recuerdos con Rachid.
Pero descubre al mismo tiempo en la mirada del otro una posibilidad de avenir. El va a reconocer en Aïcha el mismo dolor de desarraigado que lucha entre la nostalgia de lo que dejaron detrás de ellos y el deceo de contruir una vida mejor.
Mientras que las aguas cubren lentamente la vieja casa sus habitantes tendrán la posibilidad de reconciliarse con sus vidas.