Ante varias esfinges nos invita a compartir la vida de una familia en el momento en que el patriarca se muere. Está enfermo, pierde la vista, pierde un tornillo, pero lo encuentra de pronto cuando se habla de dinero. A su alrededor ronda una colmena de generaciones, una galería de esfinges insólita, ajenos a su propio misterio, con apetitos diversos, con vidas contrariadas. El humor, el engaño, la melancolía están presentes. la mirada de Ibargüengoitia es irónico, impertinente, feroz por momentos, pero nunca desprecia. Es la mirada de un autor que herboriza entre sus contemporáneos para recoger sus yerros, los pecados grandes y pequeños que pone en escena con brillantez. Estamos en México en 1954, pero también hoy día, sin duda. François Gaudry